La Sociedad Civil y sus desafíos inmediatos
Autor | Pablo Goyheneche |
Cargo | Jefe de Políticas Públicas de Desafío Levantemos Chile |
Páginas | 16-17 |
revista Nº281 / marzo 2017
16
La sociedad civil y sus
desafíos inmediatos
V
LA VOZ DE
PABLO GOYHENECHE
Jefe de Políticas Públicas de D esafío
Levantemos Chile
Hace ya 7 años Felipe Cub illos consiguió los
materiales para que cientos de pescadores
pudieran reparar s us botes y salir a traba-
jar, recuperando la autonomía económica
de sus familias. No f ue fácil, muchos de
ellos prerieron esperar que el asistencialismo hiciera
su trabajo. El 2015 un tsunami afe ctó las costas del nor-
te dañando a otros pes cadores y la sorpresa fu e que los
mismos que se empod eraron el 2010 viajaron para ense-
ñarles a sus colegas có mo era posible salir adelante p or
sí solos. Este e s el mejor ejemplo de que es posible log rar
un cambio cultur al en donde la misma sociedad ci vil se
hace cargo de los problemas de nuestro país.
Según cifras e ntregadas por el gobierno, uno s US$ 33 mi-
llones -de un tot al US$ 333 que costará la reco nstrucción
de las comunidades devastadas por los incendios fores-
tales- serán e ntregados por empresas. S i a esa cifra le
agregamos las dona ciones anónimas y la gran cantidad de
personas naturales que aportaron a diferentes campañas
solidarias, el m onto sigue creciendo. Y si además p udiéra-
mos cu anticar la energía y el tiempo de los vo luntarios
que se volcaron a ay udar a las diferentes zonas afec tadas,
estoy seguro qu e esos US$ 33 millones aumentar ían a una
cifra que deja atr ás la categoría de aporte y se trans forma
en fundamenta l para volver a levantar a to dos los afecta-
dos. Por lo tanto, e sta última catás trofe natural viene a
comprobar una hipóte sis que hace largo tiempo se est á
predicando: la sociedad civil es una herramienta real y e-
ciente para superar los problemas sociales de Chile.
Y no me re ero sól o a lo s pro blem as qu e sur gen t ras algu -
na emergencia sino qu e a una sociedad civil comprom e-
tida con lo que en Des afío Levantemos Chile llama mos el
terremoto social: l a realidad que sufren a diario much os
chilenos en temas com o las listas de espera en sal ud; la
baja calidad en edu cación de los colegios público s; la falta
de oportunidades para emprender en sectores vulnera-
bles o el poco fomen to a la cultura y el deporte. Y no ha -
blo únicamente de empresas que nancian proyectos o
programas para sup erar estas problemátic as -eso es sólo
una parte de la so ciedad civil- sino que de staco, por sobre
todo, a las juntas de v ecinos, los jóvenes volunt arios y a
los profesionales que ponen a disposición su talento para
quienes más lo nece sitan. Debemos valorar a la s pymes,
los medios de comunicación, los diferentes gremios, las
cooperativa s y a todos quienes se hacen cargo de co ns-
truir un Chile con más o portunidades.
Es por esto que tod o lo anterior es la mejor evid encia para
armar que exist e un g ran movimiento -desde el mundo
privado- que está dispuesto a solucionar problemas pú-
blicos dejando claro q ue las soluciones sociales n o son
un monopolio que le co rresponde sólo al Esta do o a las
municipalidade s, sino que es una labor de todos. Y e sto
genera desafíos que, como país, debemos enfrentar si
queremos que estas ideas se materialicen.
Para la clase políti ca debe ser modernizar nues tro Estado
y así crear herramientas de participación concretas con
las organizacio nes de la sociedad civil, qu e muchas veces
tienen más ex periencias en ciertas problemáticas socia-
les que los mismos or ganismos públicos. Y esto no ti ene
que ver con delegar responsabilidades sino más bien con
crear modelos colaborativos ecientes que tengan en el
centro el bienestar de las personas. ¿Cuánto puede apor-
tar la sociedad c ivil a la crisis del Sename o a la t area de
terminar con los ca mpamentos en el país? La respue sta
es que puede apor tar de manera sustancial pero, s i ade-
más combináramos los esfuerzos públicos con los priva-
dos, estoy se guro que podríamos transfor mar para siem-
pre la vida de millones de chilenos.
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